Durante estos últimos años, aunque no en grandes proporciones, se está abriendo espacios o mecanismos para la participación de la juventud en los procesos de desarrollo locales y regionales.
Con la promulgación de la ley del Concejal Joven y sus efectos en los últimos procesos electorales municipales, nos muestras resultados positivos, pero aun hay muchos que avanzar. En realidad el reto no sólo esta en contar cada vez, con más regidores jóvenes o líderes juveniles. Creemos que como una nueva generación tenemos que inyectar dinamismo y sobre todo construir una política de acción que nos lleven por las veredas del desarrollo y nos permita conquistar nuestro renacimiento y liderazgo como país, en los próximos años.
¿Cómo?
Hablando con franqueza y debatiendo cada una de las ideas y cuestiones de nuestra realidad.
Primero.- No necesitamos ser sabios para darnos cuenta que se esta extendiendo en la mayoría de nuestras organizaciones del desarrollo la crueldad, la injustita y el cinismo, esta sociología del mal como la llamamos, que conspira con nuestro desarrollo y corrompe a nuestros lideres emergentes. Éste debe ser nuestro principal enemigo a vencer, venceremos mediante un liderazgo ético y principalmente estando cerca de la sociedad, respondiendo sus necesidades y sobre todo trabajando por un nuevo orden nacional que nos permita conquistar nuestro renacimiento y liderazgo como nación.
Segundo.- En verdad las sociedades no sólo están compuestas de personas, sino sobre todo de comunicaciones e instituciones.
Debemos entender que las que construyen y sostienen el desarrollo son las diferentes instituciones del desarrollo, que habitan en una sociedad (estatales, académicas, económicas, políticas etc.) por el cual su buen desempeño es sustancial y contribuye grandemente en el desarrollo del todo, que es la sociedad o país; por ello decimos que las naciones son tan poderosas y exitosas como son sus instituciones.
Estas organizaciones del desarrollo, o encargadas de construir desarrollo, son como las hachas que se utilizan para cortar árboles, es importante que estén muy afiladas para que puedan realizar un buen trabajo. Lo mismo ocurre con nuestras municipalidades, universidades y gobiernos regionales, y también el gobierno nacional, deben estar muy bien afiladas para que puedan tener un buen desempeño y sobre todo construir desarrollo sostenible el cual son encomendadas.
Estar muy bien afiladas significa que puedan utilizar instrumentos modernos para la gestión, ser lideradas por talentos y funcionarios eficientes, y sobre todo la acción institucional este articulada a un proyecto mayor, a un plan que nos conduzca a conseguir nuestra conquista de un futuro de éxito para nuestra nación.
Es importante crear talentos para que en los próximos años puedan liderar nuestras instituciones por los horizontes el cual apuntamos.
Tercero.- No podemos esperar ser un país con futuro, si no se realiza las acciones necesarias para crear un país cohesionado, un país equilibrado y justo socialmente, necesitamos trabajar por nuestra gente, y buscar la conquista política y económica la clase progresista peruana.
Cuarto.- En respuesta a la hipocresía de sólo esperar la inversión extranjera para generar empleo, tenemos que trabajar por el desarrollo del nuestro capitalismo nacional, que pueda dinamizar los sectores progresistas y preparar una maquinaria económica empresarial para enfrentar los retos de la globalización.
El capitalismo, un instrumento que hay que aprender a utilizar a nuestro favor.
Quinto.- Lo más importante, para construir nuestro renacimiento o sobré vivencia en los próximos y difíciles años que se avecinan, tenemos que construir una maquinaria política económica y social, que trascienda las organizaciones, desde nosotros. Una maquinaria que actué como la columna vertebral para plasmar nuestra política de acción.
Sexto.- Todo esto no es otra cosa que buscar un nuevo orden nacional, para que nuestro futuro este completamente en nuestras manos y nuestra gente sea el protagonista de la conquista final, el renacimiento nacional y el liderazgo latinoamericano.
Por una nueva orden nacional somos uno y actuamos juntos
Con la promulgación de la ley del Concejal Joven y sus efectos en los últimos procesos electorales municipales, nos muestras resultados positivos, pero aun hay muchos que avanzar. En realidad el reto no sólo esta en contar cada vez, con más regidores jóvenes o líderes juveniles. Creemos que como una nueva generación tenemos que inyectar dinamismo y sobre todo construir una política de acción que nos lleven por las veredas del desarrollo y nos permita conquistar nuestro renacimiento y liderazgo como país, en los próximos años.
¿Cómo?
Hablando con franqueza y debatiendo cada una de las ideas y cuestiones de nuestra realidad.
Primero.- No necesitamos ser sabios para darnos cuenta que se esta extendiendo en la mayoría de nuestras organizaciones del desarrollo la crueldad, la injustita y el cinismo, esta sociología del mal como la llamamos, que conspira con nuestro desarrollo y corrompe a nuestros lideres emergentes. Éste debe ser nuestro principal enemigo a vencer, venceremos mediante un liderazgo ético y principalmente estando cerca de la sociedad, respondiendo sus necesidades y sobre todo trabajando por un nuevo orden nacional que nos permita conquistar nuestro renacimiento y liderazgo como nación.
Segundo.- En verdad las sociedades no sólo están compuestas de personas, sino sobre todo de comunicaciones e instituciones.
Debemos entender que las que construyen y sostienen el desarrollo son las diferentes instituciones del desarrollo, que habitan en una sociedad (estatales, académicas, económicas, políticas etc.) por el cual su buen desempeño es sustancial y contribuye grandemente en el desarrollo del todo, que es la sociedad o país; por ello decimos que las naciones son tan poderosas y exitosas como son sus instituciones.
Estas organizaciones del desarrollo, o encargadas de construir desarrollo, son como las hachas que se utilizan para cortar árboles, es importante que estén muy afiladas para que puedan realizar un buen trabajo. Lo mismo ocurre con nuestras municipalidades, universidades y gobiernos regionales, y también el gobierno nacional, deben estar muy bien afiladas para que puedan tener un buen desempeño y sobre todo construir desarrollo sostenible el cual son encomendadas.
Estar muy bien afiladas significa que puedan utilizar instrumentos modernos para la gestión, ser lideradas por talentos y funcionarios eficientes, y sobre todo la acción institucional este articulada a un proyecto mayor, a un plan que nos conduzca a conseguir nuestra conquista de un futuro de éxito para nuestra nación.
Es importante crear talentos para que en los próximos años puedan liderar nuestras instituciones por los horizontes el cual apuntamos.
Tercero.- No podemos esperar ser un país con futuro, si no se realiza las acciones necesarias para crear un país cohesionado, un país equilibrado y justo socialmente, necesitamos trabajar por nuestra gente, y buscar la conquista política y económica la clase progresista peruana.
Cuarto.- En respuesta a la hipocresía de sólo esperar la inversión extranjera para generar empleo, tenemos que trabajar por el desarrollo del nuestro capitalismo nacional, que pueda dinamizar los sectores progresistas y preparar una maquinaria económica empresarial para enfrentar los retos de la globalización.
El capitalismo, un instrumento que hay que aprender a utilizar a nuestro favor.
Quinto.- Lo más importante, para construir nuestro renacimiento o sobré vivencia en los próximos y difíciles años que se avecinan, tenemos que construir una maquinaria política económica y social, que trascienda las organizaciones, desde nosotros. Una maquinaria que actué como la columna vertebral para plasmar nuestra política de acción.
Sexto.- Todo esto no es otra cosa que buscar un nuevo orden nacional, para que nuestro futuro este completamente en nuestras manos y nuestra gente sea el protagonista de la conquista final, el renacimiento nacional y el liderazgo latinoamericano.
Por una nueva orden nacional somos uno y actuamos juntos
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