'No puede decirse que la globalización sea sinónimo de orden mundial', aseveró Benedicto XVI
Roma (DPA) .- El papa Benedicto XVI criticó hoy con dureza la globalización y el ansia de lujo durante la misa de la Epifanía del Señor en la catedral de San Pedro.
"No puede decirse que la globalización sea sinónimo de orden mundial", sino más bien lo contrario, dijo el pontífice: "Los conflictos por la supremacía económica y por fuentes de energía, agua y materias primas dificultan el trabajo de aquellos que luchan por construir un mundo más justo y solidario", por lo que es necesario distribuir las riquezas del mundo de forma ecuánime.
El mundo necesita esperanza, "una gran esperanza que haga posible anteponer el bienestar de todos al lujo de unos pocos", reclamó el alemán. "Cuando falta la esperanza real, entonces se busca la felicidad en la euforia, lo superficial, el libertinaje, y así uno se arruina a sí mismo y arruina el mundo".
La moderación, por lo tanto, no es sólo una "regla ascética", sino también un camino para la salvación de la humanidad, indicó Joseph Ratzinger.
El mundo necesita hoy personas con valor, "el valor de los tres Reyes Magos, que emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella". Durante el rezo del Ángelus, oído por miles de personas que se congregaron en la plaza de San Pedro a pesar de una intensa lluvia, Benedicto aseguró que "hombres y mujeres de todas las generaciones" necesitan una orientación y deben seguir una estrella en sus vidas.
"No puede decirse que la globalización sea sinónimo de orden mundial", sino más bien lo contrario, dijo el pontífice: "Los conflictos por la supremacía económica y por fuentes de energía, agua y materias primas dificultan el trabajo de aquellos que luchan por construir un mundo más justo y solidario", por lo que es necesario distribuir las riquezas del mundo de forma ecuánime.
El mundo necesita esperanza, "una gran esperanza que haga posible anteponer el bienestar de todos al lujo de unos pocos", reclamó el alemán. "Cuando falta la esperanza real, entonces se busca la felicidad en la euforia, lo superficial, el libertinaje, y así uno se arruina a sí mismo y arruina el mundo".
La moderación, por lo tanto, no es sólo una "regla ascética", sino también un camino para la salvación de la humanidad, indicó Joseph Ratzinger.
El mundo necesita hoy personas con valor, "el valor de los tres Reyes Magos, que emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella". Durante el rezo del Ángelus, oído por miles de personas que se congregaron en la plaza de San Pedro a pesar de una intensa lluvia, Benedicto aseguró que "hombres y mujeres de todas las generaciones" necesitan una orientación y deben seguir una estrella en sus vidas.
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