La dinámica política en el Perú siempre se ha caracterizado por gobiernos incapaces, politiqueros y sin una visión clara de futuro y menos aún de un trabajo compartido y concertado; una oposición oportunista, destructiva, segados por el recelo político y sus intereses y ambiciones personales y de grupo.
Durante nuestra historia observamos que la clase política reinante no ha tenido la madurez, la capacidad ni el deseo necesario para resolver oportunamente los grandes problemas estructurales que son las causas principales de las injusticias en el país, ni han tenido la astucia para aprovechar inteligentemente las grandes oportunidades que cada cierto tiempo se generan en el contexto mundial, para convertir el país en una nación prospera, justa y competitiva. La ignorancia y la corrupción son los que reinan en este tiempo y contra ellos debemos de combatir con firmeza.
Ha llegado la hora de dar la vuelta a la página y empezar a escribir una nueva historia en nuestro país y bajo esta misma mística, perspectiva y visión de construir poco a poco una ciudadanía activa, participativa y con equidad. Resulta sumamente importante darle el valor real que implica y que debe de darse al joven en nuestra comunidad y al desarrollo de sus capacidades, no solo por ser mayoría poblacional, ni por ser una plataforma electoral favorable para ciertos cansidatuchos, ni porque es un deber, sino porque son ellos quienes heredarán esta sagrada tierra y tendrán el desafío y la responsabilidad de conducir la riendas de nuestro pueblo, por eso es necesario formar verdaderos líderes que estén a la altura y la capacidad de asumir el gran desafío de forjar un pueblo más humano y solidario, con valores cimentados en la Honestidad y en la Humildad.
Resulta tambien sumamente importante e ineludible, establecer una alianza estratégica entre el pueblo, mediante sus organizaciones sociales, nuestra gente, nuestro potencial humano, la mayor apuesta para una verdadera transformación.
La participación es un derecho y condición fundamental de los jóvenes para su integración en los procesos de desarrollo social impulsando su reconocimiento como actores del quehacer nacional y gestores de una sociedad armónica, respectuosa y de verdaderos cambios en bien de nuestros semejantes.
Por: Angel Montalvo V.
martes, 18 de diciembre de 2007
ES TIEMPO DE UN VERDADERO "CAMBIO" RESPONSABLE
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